No alcanzo a recordar ciertamente cuándo empecé a jugar a esto de los videojuegos, pero de lo que sí estoy seguro es que cada vez que nuestros padres nos llevaban a comer a cualquier bar cuando éramos pequeños, nosotros lo celebrábamos como un evento importante, ya que teníamos oportunidad de jugar a esa "maquinita" que siempre estaba allí en aquel bar esperando a ser jugada.
Lo primero que hacíamos al llegar al bar era pedirle a nuestros padres los "5 duros" para poder echarnos la primera partida. Era un momento especial, aquellos amasijos de pixeles y sprites que no paraban de moverse tenían algo que irremediablemente llamaban nuestra atención, logrando que no nos pudiésemos separar de la maquinita hasta que nuestros padres nos llamaban para tomar la tapa que habían pedido... ahí empezó a fraguarse nuestra afición a las maquinitas primero, y como consecuencia a los videojuegos.
Lo que empezó siendo un simple pasatiempo, poco a poco pasó a ser el hobby de estos 2 hermanos que cada vez se sentían más y más interesados en su afición, hasta llegar a convertirse en una auténtica pasión y en lo que más nos gusta hacer en nuestras vidas.
La pasión por los videojuegos es algo que no se puede explicar, las personas que la sienten sabran comprenderme, pero intentaré definirlo con unas palabras: es la capacidad que tiene este medio interactivo de hacerte sentir experiencias únicas, de no dejar de sorprenderte, ilusionarte, en definitiva, de sentirte con cada nueva consola y juego que adquieres como si fuera la primera vez.
A lo largo de nuestra vida, nos hemos encontrado con muchos impedimentos y trabas, pero lejos de alejarnos de nuestro hobby, ha conseguido que lo sigamos con más y más fuerza, hasta que ha llegado a ser imparable. Y seguirá siendo así hasta que casquemos la cebolleta jeje...
Los videojuegos estaban hechos para nosotros, y nosotros para los videojuegos, y eso nada ni nadie lo podrá cambiar.
Por lo tanto digo LARGA VIDA A LOS VIDEOJUEGOS ¡¡
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